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martes, 18 de septiembre de 2012

Precioso ¿Verdad?

Se llama Pocholo aunque yo lo llamo "Lolo".
Hará aproximadamente 2 semanas que está en casa de mi novio (Álvaro) viviendo, sí, lo ha adoptado...
Recogimos al "pequeño" una noche que íbamos paseando por la calle de nuestro pueblo, nos empezó a seguir, pero como muchos gatos callejeros...
Pensábamos que era uno más, nos impactó mucho su carita de dulzura y de tristeza... 
Su tamaño era diminuto y nos maullaba demasiado... Como de costumbre, cada vez que vemos un gato por la calle nos paramos para darle un poco de mimos, acariciarlo y decirle lo bonito que es.
Como es lógico no podemos coger a todos los gatos que nos encontramos, que por desgracia no son pocos.
La verdad, que este, no sé que le vimos... pero algo especial tenía, nos siguió de tal manera que empezamos un juego con él... a ver quien lo cogía antes.
Se escondía debajo de las ruedas de los coches y pisaba alcantarillas que hacían ruido al pasar y se asustaba él mismo, vaya memo! 
Cuando ya lo cogí, lo vimos de cerca... y la verdad que su aspecto cambió bastante, estaba lleno de bichos, sucio y no me hacía mucha gracia tenerlo entre mis brazos... Le pedí a Álvaro que me lo sostuviera por unos instantes, esa noche hacía un poco de viento y algo de fresquito.
Casualmente llevaba dos camisetas, me quité una y enseguida lo tapé...
Fuimos a casa de Álvaro, a ver si cabía la posibilidad de que se quedara con ellos y al día de hoy, puedo contaros que Lolo..¡No para quieto! 
Araña, va paseando por toda la casa, pide comida a más no poder, se queda mirando y observando como  abrimos la nevera para intentarlo él después, se queda mirando fijamente en el cristal del horno... le gustará verse en el reflejo, le encanta la ducha y esconderse debajo del felpudo de la puerta, se engancha con las cortinas y se sube encima de la cama, le encanta jugar con los cables y meterse en su cesta... eso sí, donde esté un buen sofá que se quite lo demás, es más gracioso.
A veces lo sacamos a la calle, en nuestros brazos, está claro...
El pobre, se piensa que lo vamos a dejar por ahí tirado o que lo vamos a abandonar y se pone muy nervioso, mirando para todas partes... lo que él no sabe es que con el cariño que le tenemos sería imposible deshacernos de él...



Consejo: No compres, adopta o recoge de la calle, no se le quiere más a un animal por ser de raza, por tener otro color o por cogerlo de un sitio u otro.

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